22 sept 2010

Juguete Perdido

Toda buena catarsis tiene que empezar por un lugar: el principio. Escrito de esta forma parece una obviedad o un presupuesto filosófico bastante pelotudo. Sin embargo es más difícil de lo que parece.

Después de hacer el primer post pensé largamente “¿Quién fue la primera en dejarme?”. Y así empecé a deshojar recuerdos. Primero pensé que fue una chica en el viaje de egresados, a los 12 años. Después pensé que no, que en tercer grado había habido una. Después me acordé de mi compañera de banco en primer grado, Y me dije a mi mismo “Esa es Marian, ahí está”. Inmediatamente después de esto todos los pasajeros del 53 se dieron vuelta y me miraron como un loco de mierda que habla sólo, pero no me importó, ya que tenía por dónde empezar.

Como suele pasar estaba equivocado. Un par de días después, hablando… bah, escuchando…mmm bueno, dejando a mi vieja hablar sobre no se que tema, me comentó que se había cruzado con una ex-vecina nuestra. Perceptiva como es, entendió por mi mirada que no tenía puta idea de quién me estaba hablando

Mamá
¿Cómo no te acordas Marichu? (sisi me dice Marichu)

Marian
No sé. No acordándome…

Mamá
Pero si sabés quién es. Era la mamá de Juanita, vos jugabas con ella todo el tiempo.

Marina
Ah, para. Eso me suena.

Mamá
Y si. ¿No te acordas que decían que eran novios y todo?


Ahí fue cuando me pegó como una trompada en la cara. Juanita, mi vecina de abajo cuando 3 años, ella fue la primera de todas en dejarme.
No me acuerdo mucho realmente, se por un par de memorias borrosas y cálculos matemáticos que todo paso en el año ’83. Yo acababa de cumplir los tres años cuando mi tío Julio volvió de Estados Unidos.
Nunca supe muy bien de que trabajaba mi tío, pero se que era garca como el solo. En todas las décadas fue lo mismo,  cuanto peor le iba a el resto del país mejor le iba a él, y para que eso se diera si o si tenía que estar cagando a alguien.

Perdón, me fui de tema. La cuestión es que volvió y me trajo para mi cumpleaños un juguete oficial de “Amos del Universo”, la serie que estaba muy de moda en esa época. Era un muñeco de He-Man semi-articulado que lo podías montar a Battle Cat (muñeco que también me había comprado).
Traduciendo para los menores de 25 años: Que te trajeran ese juguete de afuera, y más en la época de la hiper-inflación, era como si te compraran la Wii a la semana de haber salido en Japón.

Pocos días después de eso conocí a Juanita. Mi vieja tenía que salir a hacer unos trámites, y sabía que la vecina de abajo tenía una hija de mi edad, entonces decidió probar suerte con ella. Me acuerdo que era una mujer alta y rubia, con un olor raro (que ahora se que es olor a cigarrillo). Por supuesto que acepto cuidarme e invitándome a pasar con una sonrisa me llevó a la habitación de su hija.
Una de las pocas memorias que conservo más o menos claras es cuando la vi por primera vez. Estaba parada en medio de su habitación, rosa y con olor a yummis. Era rubia como su madre, con una sonrisa que le iba de oreja a oreja y con ojos marrones muy grandes. Su mamá nos presentó y sin mucha más ceremonia nos dejo solos.

A esa edad todo es más fácil, no existen las caretas de querer ser, y nos preocupa poco lo que el otro piense de nosotros. Por eso pudimos jugar tranquilos, y libres, siendo nosotros mismos. De alguna forma nos ingeniamos para encontrar varios juguetes unisex en ese cuarto muuuy de nena.
Obviamente no puedo dar detalles, pero creo que fue después ver he-man y tomar la leche que ella me dijo con tono risueño

Juanita
¿Jugamos a que somos novios?

Marian
¿Cómo se juega a eso?

Juanita
Vos sos el papá y yo la mamá.

Marian
Mmm. Bueno

Como en todo edificio las noticias vuelan. Dos horas después mi mamá estaba enterada que éramos novios, así que invitó a Juanita a tomar la merienda en casa al otro día.
Fue ese el día fatídico. Llegó a casa con una mochilita que, según su mamá, tenía sus juguetes favoritos. Fuimos hasta la habitación y, antes de que pudiera siquiera reaccionar, se abalanzó sobre mi He-man con Battle Cat!!!!
Corrí y se lo saque de las manos.

Marian
Con este juguete no podes jugar. Es mío solo

Juanita
Ah si?? Entonces no soy más tu novia.

Marian
Mmm Bueno

Y con esa simpleza terminó mi primer relación fallida. Sin llantos ni histeriqueos, simple y directo.

Después de hablar con mi vieja volví a casa y busqué a Juanita en Facebook. Tenía perfil abierto, así que entré y mire sus fotos: es una chica común y corriente de mi edad. No se parecía nada a esa nena que hasta hoy sigue representando mi primer amor. Cerré sesión si agregarla y apagué la computadora.
Mientras me iba a dormir pensé que algunas cosas son mejores recordándolas, sea un juguete de plástico macizo que nos fascinó en la infancia o la primera novia que nos duró apenas 24 hs.

PD: El juguete, después de muchos años, lo doné a la iglesia del barrio, en parte porque mi vieja me lo pidió reiteradamente (o sea me rompió muchísimo las bolas).
Hoy en día por un muñeco original como ese se están pidiendo hasta 600 mangos. Gracias vieja!!!!   

No hay comentarios.:

Publicar un comentario