15 oct 2010

La prueba

Hay un viejo dicho que asegura que las mujeres son de Venus y los hombres de Marte. Al respecto se han escrito libros (aunque la palabra les queda grande) enteros, explicando como una simple diferencia hormonal evita que dos miembros de la misma especie puedan congeniar.
Para mi significó siempre una sola cosa: hay cosas sobre las mujeres que en mi puta vida voy a entender. Florencia tenía una de esas cosas…

Nos conocimos hará unos dos años. La manera fue la más común del mundo: fiesta de cumpleaños de un amigo en común.
Como todo buen hombre la tenía vista desde que entre. Era una chica flaquita y un poco más baja que yo, que charlaba entretenida con una de las hermanas del cumpleañero. En cuanto cruzamos dos miradas seguidas me animé y, con la excusa de saludar a “la hermana de mi amigo” me acerqué a dónde estaba ella.
Charlamos toda la noche. Florencia era una piba con un humor muy sarcástico. Tenía 26 años (uno menos que yo en ese entonces) y estaba en la lucha de ser escritora. Decía que su autor favorito era Wilde y yo le creí, había mucho de su estilo de humor en como te hablaba de las cosas.

Salimos durante casi cinco meses. El único defecto grave que tenía era su inseguridad: en todo ese tiempo hablamos mucho y llegó a ser una relación hiper-intima, pero nunca me dejó leer nada de lo que escribía. Si le insistía mucho se ponía de mal humor.
Además, y he aquí lo que nunca voy a entender, vivía poniéndome pruebas. Se que todas las mujeres lo hacen, pero en el caso de ella era extremo.

Flor
¿Vos me queres igual más o menos que el primer día?

Marian Pensando
(Que carajo es eso?? Un tache donde no corresponde??. Ahora que carajo le contesto??. Que menos no le puedo decir porque me empala. Si le digo que igual va a pensar que en todo este tiempo no avanzó nada la cosa… y si le digo que más va a pensar que el primer día la quería poco… Ma’ si, yo le tiro “acción evasiva”)

Marian
Te quiero un recontra montonaso ¿Eso cuenta?

Flor
Ay, sos un dulce

Marian Pensando
(Vamos carajo!!! Zafamos)


Para colmo se juntaba con un grupo de chicas que, a sus ojos, eran muy lindas. Es válida la aclaración de “a sus ojos”, porque de las cuatro una sola era linda. Las otras tres bien podrían haber sido primas de Skeletor o tumores uterinos confundidos con bebes…
Sin embargo para ella eso era suficiente para preguntar…

Flor
Es re linda la colo, ¿no?

Marian pensando
(Linda? Es tan linda como romperte una muela contra el cordón de la vereda!!! Y encima es colorada!! Pero no le puede decir que es fea porque, de vuelta, me empala. Y si le digo que es linda me hace una escena de celos que no termina hasta las dos de la mañana… Ma’ si, le tiro una respuesta cursi a ver si pasa..)

Marian
Para mi la que es re linda de tu grupo de amigas es esa que se llama Flor

Flor
Jajja. Sos un sonso

Marian Pensando
(Ufff)

En fin. Florencia era demasiado insegura. Por eso me sorprendió el día en que me sentó y me sugirió hacer un trío con Ayi. Ella no solo era una de sus mejores amigas, sino la que más inseguridad le causaba, por ser la única de su grupo realmente linda.
Inmediatamente pensé que se trataba de otra prueba. Le pregunté varias veces incluso si me estaba jodiendo, pero ella insistía que era algo que tenía ganas de hacer

Como cualquier hombre en mí lugar dije que tenía que pensarlo y llamé a mi amigo de toda la vida Jorge. En cuanto le conté de qué se trataba me dijo de vernos en un bar.
Con una cerveza de por medio le explique la situación, el tema de la inseguridad y de las pruebas.

Jorge
A ver si nos entendemos Marianito. Me decís que dos minas que están buenas quieren enfiestarse con vos a la vez. Y vos estas dudando?

Marian
No se, es complicado

Jorge
No es complicado, es simple. Lo tenés que hacer. Y si no lo haces por vos hacelo por mí. No, mejor todavía, HACELO POR TODOS LOS SERES HUMANOS DE ESTE PLANETA QUE TENEMOS PITO Y QUISIERAMOS ESTAR EN TU LUGAR!!

Para ese momento Jorge se había descontrolado. Estaba parado, gritando y agarrándome de la cabeza, mientras las manos le temblaban.
Más allá de su sobreactuación entendí que tenía razón en algo. Se me estaba dando el sueño del pibe y no la podía dejar pasar.

Esa noche me vi con Flor y le dije que estaba dispuesto a hacerlo. Inmediatamente se le transformó la cara y empezó a darme un discurso de que eso probaba que para mí ella no era suficiente, que yo era un egoísta de mierda que siempre quiere más y más…etc etc. Su discurso duró como hasta las 3 de la mañana. Lo del trío fue otra prueba, pero esa vez no la había pasado

Mientras se subía al taxi llorando empecé a pensar en es las pruebas. Las mujeres nos las ponen una y otra vez sin darse cuenta que, muchas veces, nos obligan a responder lo que creemos que quieren escuchar y no lo que realmente pensamos. Así nos terminamos engañando unos a otros, sin darnos cuenta que tal vez las relaciones funcionarían mejor si usáramos más la segunda opción.

PD: Flor, si estás leyendo eso aprovecho para hacerte una confesión: un día mientras te bañabas me senté en tu compu y leí uno de tus cuentos, jamás hubiera imaginado que escribías literatura erótica…

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