5 jul 2011

Pareja de Terapia (Parte II)


De todas formas decidí seguir su consejo y a mitad de la semana la agarré por chat –cobarde lo mío, lo admito- y le pregunté al respecto

MarianH dice:
Cami, t puedo hacer una preg?
MarianH dice:
Es algo medio personal
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
Bueno, dale
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
Mientras no sea mooy personal jajaja
MarianH dice:
Maso menos
MarianH dice:
Lo q pasa es q cuando salimos noto que los dos queremos que pase algo más de lo q viene pasando
MarianH dice:
La verdad me di cuenta desde la 1ra vez y quería saber que te frena
MarianH dice:
Tenés miedo o algo así?
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
Mirá, la verdad que no
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
La cosa pasa por otro lado
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
El tema es que toda pulsión relacionada con el sexo es en el fondo un juego de poder, de control, porque viene arrastrando desde la etapa genital y asociado con el desarrollo del complejo de Elektra (bah, de Edipo en tu caso)
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
Yo no quería ser la que eventualmente cediera y perdiera el juego, prefería ver que hacías vos
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
Entendes?
MarianH dice:
Creo que si. Y entonces?
La interpretación del sueño es la vía regia hacia el conocimiento de lo inconsciente” dice:
Entonces vos con esto ahora lo destrabaste y podemos hacer algo más la próxima salida

Ojo, automáticamente me di cuenta del jueguito de poder que ella planteaba y me dí cuenta que lo estaba perdiendo. Pero en ese momento me interesaba más bajarle la caña que preocuparme por cómo me estaba psicopateando. Por eso le dije de vernos una vez más, la tercera en un mes.

Esa noche salí a la cancha con toda la confianza, sabiendo que ya estaba todo hablado. Era como si alguien lo hubiera agarrado al Diego en el 86 y antes de jugar con los ingleses le hubiera dicho “Quedate tranqui pibe, hoy haces un gol con la mano que nadie ve y después agarras la pelota en mitad de cancha, apilas a medio equipo y hacés el mejor gol de la historia de los mundiales”
Así de confiado me sentía, hasta que la pasé a buscar y noté algo distinto en Camila. Al cabo de treinta segundos, como no dije nada, ella me hizo la pregunta a la que tanto temen los hombres

Camila
¿Y? ¿Notas algo distinto?

Marian
(Concentrándose con toda su fuerza, sabiendo que un error le arruina el garche de esa noche)
Te cambiaste el color de pelo, te lo oscureciste

Camila
(sonriente)
Si, pase de mi rubio medio ceniza a un color más castaño
Marian
Me gusta. Te queda mucho más lindo así

Fue un elogio 100% mecánico, de esos que las mujeres saben que no son del todo sinceros, pero que siempre agradecen escuchar. Pero por alguna razón a ella le cambió la cara automáticamente.
Arranque el auto y al cabo de un par de cuadras le pregunté a dónde le gustaría ir. Claro estaba que con “dónde” me refería a “a que telo” y con “ir” me refería a “ir a darnos bomba”. Pero en lugar de responderme me pidió que parara en algún lado, que quería hablar conmigo.

Frené y escuché en silencio todo lo que me largó. En resumidas cuentas me dijo que había notado que mi madre tenía el pelo castaño tirando a rubio y que el hecho de que me gustara más su pelo así representaba un claro complejo de Edipo todavía no resuelto. Me aconsejó que fuera a terapia para trabajar sobre eso, porque si no lo resolvía nunca iba a poder tener una relación sana con una mujer. Por último me agradeció la buena onda y me pidió que la llevara a su casa, ya que le repugnaba- uno esa palabra precisamente- la idea de tener sexo conmigo, sabiendo que ella era la persona sobre la que yo iba a volcar la representación inconsicente de  mi vieja.

No dije ni una palabra, sabía que era buena amiga de Gaby y si tenía que abrir la boca me iba  a ver obligado a usar frases como “Porque no te vas a cagar” “Mejor vení y analizarme esta” y ese tipo de cosas.
Pero una vez más, mi cabeza fraguó guarangadas que yo no digo y nunca dije.

Simplemente me las guardé, igual que guardo cada una de mis experiencias y mis anécdotas, para tatuarlas en bits en éste blog, esperando que una por una vayan formando la respuesta que estoy buscando.
Como dije al principio, cada uno elige la manera de tratar de conocerse a si mismo. Por sobre todas las opciones disponibles yo elegí escribir un blog, para entenderme, para encontrarme. El tiempo dirá si elegí el camino correcto. 

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