28 abr 2011

La Llamada

Suena el teléfono

Marian
Hola

Voz de mujer
Hola ¿Marian?

Marian
Si ¿Quién habla?

Voz de mujer
Soy yo, Ornella (una amiga que Paula y yo tenemos en común)

Marian
A ¿como andas?. No te veo desde…

Estoy a punto de decir “desde mi cumple”, pero me acuerdo como había terminado esa noche y no toco el tema. (ver El Exorcismo Parte II)

Marian
…desde hace mucho

Orne
Si si, llamaba para ver en que andabas. Hace rato que tenía pendiente hablar con vos y el otro día la vi a Paula y me acordé

Inevitable 100%: las personas que te conocen cuando estás en pareja te van a asociar con ella eternamente, sin importar que pasen 30 años y que uno de los dos se mude a Australia.
Es como con tus viejos, para vos estuvieron juntos desde siempre y no podes pensarlos como individuos que alguna vez vivieron vidas separadas en casas separadas.

Orne
¿Qué es de tu vida?

Le hago una puesta al día supeficial. Laburo, amigos, familia, boludeces cotidianas varias, etc. Evito hablar de temas amorosos por razones obvias.
Le pregunto un par de cosas, en parte por cortesía, en parte por interés genuino. Me hace una revista general del estado actual de su vida.
Finalmente pregunta…

Orne
¿Y que tal la vida amorosa? Porque se que vos no sos de estar solo

Dudo un instante y me juego por la honestidad. Pero no es solamente eso. También sé –y deseo- que esa noticia va a terminar en oídos de Paula

Marian
Algo hay. Hará cosa de un mes y medio que empecé a salir con una compañera del laburo. (ver La N°74)

Orne
Apa ¡Mira vos! ¿Es compañera de hace mucho?

DANGER: ¡Abortar Honestidad! Si le digo que la conozco –y que hubo onda- desde incluso antes de empezar a salir con Paula es para quilombo. Pero no quilombo del divertido, sino quilombro groso, del que te da dolor de cabeza.

Marian
No no. Entró a trabajar en noviembre del año pasado.

La mentira pasa. Por un segundo dudé y eso me podría haber deschavado. Me salvé por poco
Seguimos hablando un rato más. Curiosea y trata de sacarme información de Melina, que yo le doy más que gustoso.
Finalmente le pregunto

Marian
¿Y que cuenta Paula?

Orne
Ahí anda. Viviendo con una amiga, laburando en lo mismo de siempre. Su vieja pobre sigue enferma, aunque está un poco mejor…

Marina
Aja

Orne
Ah supongo que estás al tanto de ella y Horacio ¿no?

Sabía que Ornella no me iba a fallar. Es como una vieja un sábado a la tarde en una peluquería, basta con que le tires un poco de la lengua y te cuenta vida y obra de todas las personas que conoce.

Marian
Si, algo escuché

Orne
Si, pero para mi es raro eso. O sea, salen y que sé yo, pero a Paula se la ve poca segura de lo que hace. Imaginate que ya van tres meses y todavía no concretaron…

Se corta en seco. Es obvio que acaba de decir algo que no tendría que haber dicho. Redondea la conversación rápido. Hasta vía teléfono se nota que esta colorada como un tomate.
Cuando por fin corta ya es demasiado tarde. El daño está hecho y yo tengo una pieza de información valiosísima, pero mortalmente incompleta. Mi ego queda atrapado en una especia de limbo, un purgatorio en dónde no sabe si tiene que subir hasta Júpiter y volver o si tiene que hundirse hasta el fondo del Pacífico.

Para que entiendan la delicadeza de la situación voy a poner los dos extremos de la amplia gama que se despliega en mi cabeza.

1. Una Paula desesperada, como una loba en celo que sólo quiere que Horacio le haga vivir la mejor noche de su vida. La imagino postrada a sus pies suplicando que inunde cada fibra de su cuerpo con placer. 
Y un Horacio que espera, tal vez por lentitud, o tal vez dejando que la chica se derrita en sus propias llamas hasta no poder más, sabiendo que cuanto más deseosa esté mejor.

2. Un Horacio que corteja a Paula y se esperanza que cada noche en la que salen va a ser finalmente la noche en que va a poder darle a la mina a la que le tiene ganas hace años.
Y una Paula que duda, que empieza a ver las fisuras en su nuevo hombre y más aún al compararlo con el anterior. De vez en cuando se pregunta si cometió un error al abandonarlo y piensa en volver con él, mientras la repugnancia a la cercanía sexual con Horacio crece lentamente y en silencio.

Paso buena parte de la tarde reflexionando. Finalmente –y recordándome lo raro que sería ver a un hombre rechazar la posibilidad de tener sexo durante tres meses seguidos- decido que debe ser algo más parecido a la segunda versión, aunque un poco menos melodramática. O incluso una especie de mezcla: Una Horacio que empuja, pero no presiona demasiado por miedo a cagarla y una Paula que está algo insegura.

Esa misma noche, mientras perdía el tiempo en Internet, me encuentro con un mensaje directo vía Facebook. Es de Paula

Veo que ninguno de los dos pierde mucho el tiempo ¿No? Jajajaja.
 
Hablamos

Sonrío. Ornella nunca falla y yo había querído usarlo a mi favor, pero esta vez me había jugado en contra. Que ella supiera sobre Melina le iba a dar la seguridad que le hacía falta.
Esa ínfima piecita de información, fuese por la razón que fuese, la iba a llevar a cogerse a Horacio. 

1 comentario:

  1. siempre pasa
    los boomerangs del amor
    las personas van y vienen
    pero vuelven
    exceletente el blog
    te pasaron todas chabon!

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